Un nuevo equipo dentro de Blizzard, compuesto principalmente por empleados de King, se está centrando en desarrollar juegos AA basados en franquicias establecidas de Blizzard. Esta iniciativa sigue a la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft y tiene como objetivo aprovechar la experiencia de King en juegos móviles.
Este movimiento estratégico refleja la ambición más amplia de Microsoft de ampliar significativamente su presencia en el mercado de juegos móviles. El nuevo equipo abordará proyectos con presupuestos y alcances más pequeños que los típicos títulos AAA, probablemente dirigidos a plataformas móviles. La experiencia pasada de King con juegos móviles basados en IP, como el ahora descontinuado Crash Bandicoot: On the Run! y el juego móvil Call of Duty, aún en desarrollo (aunque los detalles son escasos), hace que esto un paso lógico.
El compromiso de Microsoft con los juegos móviles es evidente. Phil Spencer, director ejecutivo de Microsoft Gaming, destacó el papel crucial de los dispositivos móviles en la estrategia de crecimiento de Xbox, citándolo como el impulsor clave detrás de la adquisición de Activision Blizzard. No se trata de llevar franquicias existentes a una nueva plataforma; se trata de establecer una fuerte capacidad móvil. Esto se ve aún más subrayado por el desarrollo por parte de Microsoft de una tienda de juegos móviles competidora, cuyo lanzamiento se prevé antes de lo previsto inicialmente.
Los crecientes costos del desarrollo de juegos AAA están impulsando a Microsoft a explorar enfoques alternativos. Al formar equipos más pequeños y especializados, su objetivo es experimentar con una producción de juegos más ágil y rentable.
El misterio que rodea a los proyectos del nuevo equipo ha encendido la especulación de los fanáticos. Los posibles candidatos incluyen versiones móviles de franquicias populares, como una experiencia móvil de World of Warcraft similar a Wild Rift, o un título móvil de Overwatch en la línea de Apex Legends Móvil o Call of Duty: Móvil. El potencial es enorme, dada la riqueza de propiedad intelectual bajo el paraguas de Microsoft.